Diez reglas para una vida tranquila
Actualmente, si miramos a nuestro alrededor, vemos que estamos viviendo un período en que los valores éticos y morales han quedado de lado. Y es fácil darse cuenta de que los sistemas que constituyen la sociedad también están atravesando una desintegración. En especial los sistemas políticos y religiosos.
Esta es la situación de nuestro entorno, de nuestra sociedad. Pero si anhelamos soluciones, debemos saber que estas no consisten en querer cambiar a los demás. Sino que nuestra tarea para ello es buscar una mejora de nuestra propia condición humana. Aquí te presentamos diez reglas para una vida tranquila, que pueden ayudarte a comenzar ese camino de cambio en tu entorno. Pero el proceso comienza por ti mismo, cambiando tu interior. Para que ello se refleje hacia afuera
“Así aprenderéis que todo en la vida es pasajero y que lo único verdadero que hay en ti es la Obra que logres hacer”. V. M. Lakhsmi.
Regla 1: EL AMOR
Hoy en día no comprendemos qué es el verdadero AMOR, y no comprendemos qué es estar enamorado. Para esto, debemos hacernos algunas preguntas: ¿verdaderamente estoy enamorado? ¿Será que estoy en condiciones de demostrárselo a esa persona con hechos? ¿Será que no estoy engañado por mis falsos sentimientos? ¿Será que hay otra persona por la cual yo pueda sentir lo mismo que siento por esta persona? ¿Estaré dispuesto a dar si es necesario mi vida por esa persona?
“No te comprometas si no estás enamorado”. V. M. Lakhsmi
Regla 2: LA COMPRENSIÓN
La comprensión es una expresión de la conciencia que nos permite salir adelante en todos los dramas de la vida. Es lo que nos lleva a tener serenidad para ver las cosas tal cual son. El sabio no acepta ni rechaza, sino que comprende.
Regla 3: LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad consiste en que cada una de las personas de la pareja responda a cabalidad por sus obligaciones. Ocupando su lugar y cumpliendo el rol que le corresponde, como hombre, como mujer, como ciudadano.
Regla 4: LA CULTURA
La cultura es una expresión del alma, de aquello bello que llevamos dentro, la cultura es un dote que toda persona debe cultivar en su vida. Se relaciona con la belleza y el bien como principios en todos los hechos de la vida. Las buenas lecturas, la música armoniosa, un trabajo bien hecho, los buenos modales. Los perfumes, los jardines, la armonía en el hogar y todo aquello que inspira el amor y el respeto por la vida.
La caridad es una fracción del alma, es una dote que la divinidad nos entrega para servir al mundo. Una persona sin caridad es una persona vacía, hueca, que no siente amor en su corazón. Debemos sentirnos felices por el triunfo ajeno y contribuir para ello. Debemos saber sentir el dolor ajeno y el amor para trabajar por aliviarlo. Pero por amor, no como una obligación.
Regla 6: LA ORGANIZACIÓN
Debemos incorporar la organización para que cada cosa esté en su lugar. La desorganización trae desorden y ese desorden causa desarmonía a las personas. La organización no está relacionada solo con lugares, sino también con la presentación personal, la conducta y con todos los aspectos de nuestra vida.
Regla 7: LA ALEGRÍA
La alegría es una virtud, representa un alma jovial y emprendedora. Además, es un arma muy poderosa para vencer las tristezas y amarguras que nos rodean y que rodean a los nuestros. Debemos estar alegres al amanecer, al anochecer, a la hora de reflexionar; en fin, en todos los momentos, por más difíciles y desafiantes que sean.
Regla 8: LA VOLUNTAD
La voluntad debe estar presente en todos los actos de nuestra vida. Esta es una fuerza de tipo espiritual, debemos ejercerla todos los días frente a la vida y sus eventos, para que se exprese con más fuerza. La voluntad nos permite alcanzar todos los objetivos que nos propongamos. Ya que nada en el mundo se nos da regalado.
Regla 9: LA SINCERIDAD
Es poco lo que se habla sobre la sinceridad, podemos afirmar que ella es una flor de loto del alma. La persona sincera se gana el cariño, el afecto y el amor de quienes le rodean. La sinceridad nos enseña a decir siempre la verdad, nos aleja de la mentira, nos aleja de la traición, nos aleja de las vaguedades.
“La Mística es la expresión física y espiritual del auténtico Amor a DIOS”. V. M, Lakhsmi.
La mística nos ayuda a aprender muchas cosas, entre otras: nos enseña a saber amar, saber respetar, saber orar, saber hablar y saber comportarnos con nuestros semejantes. Además de eso, la mística ennoblece la palabra de quien la pronuncia. Es decir, una persona con mística expresa en su mirada, en su comportamiento y en su palabra, eso que interiormente vive: la Paz.
Querido lector, esperamos que estas diez reglas para una vida tranquila puedan contribuir en tu camino y te ayuden a lograr una vida más armónica.
“La vida se compone de detalles y el éxito o el fracaso también acontece por detalles”. V. M. Lakhsmi
La vida siempre nos da cosas buenas como tambien aprendizaje.